miércoles, 22 de agosto de 2012

la jaula

Olvidada espera la bestia en la jaula con forma de espiral. Camina de lado a lado como un felino salvaje que ve al otro lado de los barrotes un trofeo apetitoso. La bestia muere cada día y resucita cada noche y se le va la vida aguardando un momento que nunca llega. Son muchos años y la jaula es cada vez más pequeña, y como en aquel Loco tocado de la maldición del cielo de Panero, la vida se pudre a sus pies como una rosa, y la bestia aguarda y aguarda el momento.

Y un buen día la bestia se detiene y se pregunta si aquello que espera no ha sucedido ya, si no ha pasado frente a su jaula sin avisar y sin ni siquiera pararse a hablar con él, si no se le va la vida como a un loco caminando de un lado a otro esperando algo que nunca va a ocurrir porque su vida finalmente se pudrió como una rosa enferma y aquella clase de fortuna, aquel avatar con el que la esperaba, nunca se atrevió a acercarse por aquel lugar que emanaba un profundo olor a podrido donde un animal como cualquier otro miraba más allá de los barrotes esperando encontrar en aquello una imagen de la vida que le esperaba o la fotografía de un sueño que nunca se iba a cumplir.

Olvidada espera la bestia en la jaula con forma de espiral un momento que nunca llega.