
El monstruo duerme a veces en el alféizar mirando al exterior, y en ocasiones cae y se golpea con la esquina de la mesa. Otras veces enloquece y se pone a correr por la habitación y a chocar con las paredes, y de repente se para y pega la oreja a la puerta. Fuera oye gritos y lamentos y entonces se calma y se acuesta en la cama o en el suelo y se duerme por un rato.
El monstruo a veces vomita y a veces defeca sobre sus papeles y los arrastra por las paredes, y se emborracha con el peor de los venenos hasta perder la noción del tiempo. Después despierta y le duele el pecho y tiene la sensación de que está tumbado sobre arenas movedizas.
Es posible visitarlo pero se esconderá bajo la cama y no querrá sino rebuznar. Se tapará la cara con sus ropas y se pondrá violento si se le intenta tocar. El guardia tirará de la cadena atada a su cuello y él gritará de dolor pero nadie podrá verle ni enseñarle fotografías en blanco y negro.
El monstruo a veces es un caballo y otras veces una rata. Come pan duro con gusanos y habla con los escorpiones y se tapa los oídos con plumas de colibrí.
Y así su vida pasa entre los barrotes como castigo por un crimen del que ya ni siquiera se acuerda.
El monstruo a veces vomita y a veces defeca sobre sus papeles y los arrastra por las paredes, y se emborracha con el peor de los venenos hasta perder la noción del tiempo. Después despierta y le duele el pecho y tiene la sensación de que está tumbado sobre arenas movedizas.
Es posible visitarlo pero se esconderá bajo la cama y no querrá sino rebuznar. Se tapará la cara con sus ropas y se pondrá violento si se le intenta tocar. El guardia tirará de la cadena atada a su cuello y él gritará de dolor pero nadie podrá verle ni enseñarle fotografías en blanco y negro.
El monstruo a veces es un caballo y otras veces una rata. Come pan duro con gusanos y habla con los escorpiones y se tapa los oídos con plumas de colibrí.
Y así su vida pasa entre los barrotes como castigo por un crimen del que ya ni siquiera se acuerda.
mmm... por un momento me han entrado escalo fríos! que miedito... está noche lo pasare mal por tu culpa, por eso decido seguirte junto al resto de visitantes XD.
ResponderEliminarGracias, A.M.P., aunque no es realmente una historia de miedo sino una metáfora sobre la angustia. En cualquier caso me alegro de que te haya gustado, así que bienvenido.
ResponderEliminarQué grande, muy escatológico, me gustan los textos que no intentan limitarse con lo grotesco.
ResponderEliminarGracias, Javier. Como digo, realmente no trata de un monstruo encadenado sino que es una descripción de la angustia en general y particularmente de los límites que nos imponemos a veces a nosotros mismos. Tal vez más adelante intente reescribirlo para que se pueda leer de las dos maneras sin que una quede por encima de la otra.
ResponderEliminarMe gusta, es oscuro y opresivo... Creo que la metáfora está currada y conseguida :-D Besito!!
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