jueves, 21 de octubre de 2010

El golpe final

Cedí unos centímetros el día que me dijiste que quizá las cosas saldrían bien. Desde entonces he descubierto que cerrar los ojos sólo sirve para tropezar con las piedras del camino, y ahora con los huesos rotos no se puede desandar lo andado pero tampoco seguir adelante.
En este invierno final no hay nieve y los árboles mueren por miles, y podría mencionar algunas cosas sobre el bosque siniestro que nos aguarda. Pero en el viento hay demasiadas voces y la mía se mezcla entre ellas como si pesara menos que un diente de león, así que ¿quién les prevendrá? Oigo que una de las voces dice algo como: Todo terminará bien.
Y ahora me quieres asestar el último golpe, pero olvidas que soy un jabalí herido y loco. Intentas huir pero te alcanzo, y los árboles muertos se inclinan para escuchar el último aliento de alguien que dijo que tal vez, algún día, las cosas podrían salir más o menos bien.

4 comentarios:

  1. Gracias ;-) En cuanto pueda me pongo con el capítulo, que se está poniendo interesante la cosa...

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  2. Ya te digo, me costó pero por fin vino la inspiración. Ahora estoy intrigado xD

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  3. Las cosas salen o no salen. La manera en que salgan depende del camino que escojas y la forma de recorrerlo.

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